10 de mayo de 2023
En años recientes, las redes sociales se han convertido en una plataforma para la comunicación global y la libre expresión de ideas. Sin embargo, la censura en estas plataformas se ha vuelto cada vez más común, especialmente en casos relacionados con políticos, figuras públicas y medios de información controvertidos ya sea por su contenido o su forma de expresar sus argumentos. No obstante, lo más peligroso de estas acciones es que nosotros, los clientes, no podemos generar una opinión objetiva sobre el acto de censura ya que exclusivamente escuchamos una versión de la historia.
La censura a opiniones diferentes no es libertad de opinión (discurso). Por lo que, es importante comprender que la belleza y la naturaleza del ser humano proviene del libre albedrío; por lo tanto, la necesidad de controlar la narrativa, el discurso y con ello el imaginario colectivo es un paso a la dictadura.
Uno de los casos más notables de censura en las redes sociales ocurrió en enero de 2021, cuando Twitter y Facebook suspendieron las cuentas del ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, después de que sus mensajes en las redes sociales se consideraron incitadores de la violencia en el asalto al Capitolio. Algunas personas argumentaron que la suspensión de Trump violó su derecho a la libertad de expresión, mientras que otros argumentaron que las plataformas tenían el derecho de tomar medidas contra la incitación a la violencia.
Otro ejemplo de censura en las redes sociales ocurrió en 2019, cuando Instagram eliminó las cuentas de los hermanos Tate, artistas británicos que utilizaban la plataforma para compartir sus obras de arte que incluían desnudos. A pesar de que la mayoría de las imágenes eran consideradas artísticas y no pornográficas, Instagram las eliminó por violar sus políticas de contenido. Este caso plantea la pregunta sobre la censura del arte y cómo se define el contenido "inapropiado" en las redes sociales. En este caso, los hermanos Tate fueron censurados por misóginos y meses después por presunto tráfico sexual. Sin embargo, si hacemos un breve análisis, el decir que la mayoría de las mujeres no son capaces de manejar correctamente o tienen deficiencias físicas a comparación del hombre promedio, no es misógino, es una realidad. No es lo mismo ser socio de mujeres para hacer OnlyFans que traficar con el sexo.
Por último, otro ejemplo de censura en las redes sociales se puede encontrar en la forma en que los medios de información rusos son tratados en las plataformas occidentales. En 2020, YouTube suspendió la cuenta de RT, la red de televisión rusa, por violar sus políticas de desinformación. A pesar de que RT niega que sus informes sean desinformativos, la decisión de YouTube plantea la pregunta de si la censura de los medios de información extranjeros es una violación de la libertad de prensa y si las plataformas deberían tener el poder de decidir qué información es verdadera y qué no. En este sentido, los acontecimientos de la guerra entre Rusia y Ucrania, tiene dos responsables, el pasado de Rusia y el presente de Ucrania. El pasado ruso y su interés por dominar Europa origino la creación de la OTAN. El presente de ucraniano que abarca un contexto de corrupción y de vacío político, buscando su ingreso a la OTAN a partir de la manipulación de la información referente a su vecino ruso.
Es importante destacar que la censura en las redes sociales no es un problema simple, y que hay muchas perspectivas diferentes sobre cómo abordarlo. Por un lado, las plataformas de redes sociales tienen la responsabilidad de proteger a sus usuarios de contenido perjudicial, pero al mismo tiempo, la libertad de expresión es un derecho fundamental que debe ser protegido. Es fundamental que estas plataformas establezcan políticas claras y coherentes que protejan a los usuarios de contenido dañino sin violar sus derechos fundamentales.
La censura en las redes sociales es un problema complejo que afecta la libertad de expresión y el derecho a la información.
A través de los ejemplos de Donald Trump, los hermanos Tate y los medios de información rusos, podemos ver cómo este problema puede afectar a diferentes personas y grupos. Es importante que se establezcan políticas claras y transparentes para garantizar que los derechos fundamentales sean protegidos mientras se aborda el contenido dañino en las plataformas de redes sociales.
No somos expertos geopolíticos o abogados de primer nivel, pero si somos personas que pensamos e investigamos de manera objetiva las dos caras de la moneda. Estamos en contra de la guerra, pero ya existe y tenemos que estudiar el por qué se originó, para que las futuras generaciones no cometan el mismo error. No olvidemos que cualquier guerra nos afecta a todos. No creemos que Donald Trump sea lo mejor para Estados Unidos de América; no obstante, no dejamos que algunos nos digan que escuchar y que no. No estamos de acuerdo en todo lo que predican los hermanos Tate, pero si a favor que cada género tiene su propio rol en este mundo. También estamos a favor del respeto a derecho ajeno porque éste nos conduce a la paz y prosperidad que todo ser humano desea.